Su madre de sangre se llamaba Sebastiana Fresa quien entregó en adopción a su hijo, que luego se llamaría Valentín Martínez, conocido como “El negrito Valentín”; sin temor a equívocos el mejor bailarín de salsa en Cuenca, vocalista de la orquesta de Pepe Luna, poseedor de una extraordinaria voz para interpretar música alegre. Desfilaba como mascota de la banda de los “shalicos” boteando un balón de básquet; y como cachiporrero del Cuerpo de Bomberos con su pantalón blanco casaca roja y guantes blancos. Falleció en un accidente de tránsito en el centro de la ciudad con sus compañeros que iban a dar serenos en octubre de 1967.